Aunque parezca mentira, Mogadiscio fue una hermosa y cosmopolita ciudad con discotecas, chicas que iban a la playa en bikini y elegantes bulevares hasta 1991, cuando estalló la guerra que ha destruido, desde entonces, la capital de Somalia.
Entre los edificios devastados por las bombas que hoy abundan en el paisaje urbano de Mogadiscio, aún se avistan las ruinas de joyas arquitectónicas que evocan una belleza ya marchita.
Pero hay que visitar una exposición titulada 'Mogadiscio ahora y entonces: Un homenaje fotográfico a la ciudad más herida de África'.Se inauguró esta semana en la sede de la Alianza Francesa en Nairobi, para hacerse una idea del esplendor devorado por la guerra.
Unas cuarenta instantáneas, unas en color y otras en blanco y negro, sumergen al espectador en un didáctico viaje fotográfico que, vistas las cicatrices del conflicto, resulta también descorazonador.
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