En un edificio deteriorado, de paredes agujereadas y ventanas rotas, en la aldea montañosa de Sijban, las niñas se sientan tímidas en sus pupitres de plástico. Ocultos sus cabellos bajo sus pañuelos blancos o negros, miran absortas a la profesora. De mayores, quieren ser doctoras o maestras como su directora.
Ésta es la escuela pública de primaria para niñas en el valle de Swat, quese salvó de ser destruida por los talibanes. Su directora, Gul-e-Khandana no es una maestra común. Es la mujer que se puso frente a los talibanes y logró salvar el centro donde había sido docente durante más de 20 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario